Un acercamiento global al tratamiento contra el acné - Belleza

1. USA UNA HIGIENE ADAPTADA A TU TIPO DE PIEL

La higiene diaria de la piel adaptada a la piel grasa mañana y noche es esencial, especialmente cuando se tiene una piel propensa al acné. En efecto, es importante limpiarla bien para eliminar las células muertas, el exceso de sebo y las impurezas. Ya sea en la ducha o frente al espejo, aprovecha unos minutos para cuidarte.
Utiliza productos suaves con aclarado pero, sobre todo, que no contengan jabón (y sí, es posible limpiar sin jabón) ya que éste reseca la piel y la hace sentir incómoda. Cuanto más incómoda se siente la piel, más se tiende a querer tocarla y cuanto más se toca, más posibilidades hay de que se produzcan inflamaciones e imperfecciones de la piel.

Nuestra recomendación es, entonces, que utilices productos suaves:

• Syndets (hygiene sin jabón)
• Pan de jabón dermatológico
• Geles
• Espumas
• Aceites

« ¿Aceites para mi piel grasa? » ¡Sí! Los aceites limpiadores son ideales para limpiar suavemente la piel!

Depende de tí elegir cuál le convenga más a tu piel pero, en cualquiera de los casos, aclárala bien siempre con abundante agua y luego sécala sin frotar. A continuación, aplícate el spray de Agua Termal sobre tu piel para prepararla antes de aplicar tu crema.

2. DESMAQUÍLLATE SUAVEMENTE

¿Verdad que todos hemos pensado alguna vez irnos a la cama sin desmaquillarnos por la noche?

Es cierto que a veces el cansancio nos puede pero desmaquillarse cuidadosa y delicadamente es esencial para evitar la proliferación de pequeñas imperfecciones. Así que tómate tu tiempo en mimar tu piel.

Consejos: ¿por qué no intentamos hacerlo sin los discos de algodón?

•  2 ventajas: sin irritación y sin dejar residuos.

(i) Si tienes una piel grasa con tendencia acnéica, evita frotar lo máximo posible. Ten siempre en cuenta que, mientras más toques tu rostro, mientras más lo frotes, más se sentirá “atacado” y reaccionará produciendo más sebo.

Nuestro Aceite Purificante Hyséac es genial para este tipo de limpieza y se puede usar sobre la piel seca masajeando suavemente el rostro. ¡Un momento de relajación garantizado!

Después de este masaje, humedece tu rostro (si fuera posible utiliza el spray de agua termal), y masajea de nuevo para descubrir una textura suave y sedosa que a continuación tendrás que aclarar. Acabado no graso y sensación de confort inmediata 

Si aún no conoces este producto, te recomendamos verlo aquí: https://uriage.com/ES/es/productos/hyseac-aceite-purificante

3. NO TE OLVIDES DE EXFOLIAR TU PIEL

Si tienes imperfecciones leves en la piel y espinillas, es posible y recomendable realizar una exfoliación suave no más de una vez por semana para una limpieza profunda de los poros. Sin embargo, no se recomienda la exfoliación para la piel propensa al acné con granos inflamados o marcas más graves, ya que puede causar irritación.

¿Cuándo es el momento adecuado para hacerlo? Después de limpiar la cara y antes de aplicar la crema hidratante.

En la superficie de la piel se encuentran pequeñas células llamadas "células muertas" y puntos negros. El objetivo del exfoliante es eliminar estas células para refinar la textura de la piel, mejorar la luminosidad de la tez y estimular la microcirculación. Como esteticista, puedo confirmar que la etapa de exfoliación es esencial para el cuidado facial. En realidad, potencia la eficacia de los productos aplicados (mascarilla, sérum crema, etc.).

¿Qué exfoliante usar? Hay dos tipos de productos exfoliantes:

• La exfoliación ''física'' con microesferas: se debe usar con precaución. Pídele consejo a tu médico de cabecera/dermatólogo/farmacéutico. Es necesario elegir microesferas muy finas y usar el producto con delicadeza con la punta de los dedos, para no atacar la piel ya que incrementaría la producción de sebo.

            Recordatorio: no lo utilices si tienes granos inflamados, ya que esto puede causar irritación.

• La exfoliación "química", también llamada "exfoliación enzimática" o "peeling facial", contiene ingredientes activos como los ácidos frutales AHA, BHA y enzimas de la fruta que disuelven las células muertas de la epidermis sin ninguna exfoliación física.

            Se recomienda en caso de acné retencional (espinillas), preferentemente por la noche para evitar cualquier reacción solar durante el día. 

4. MASCARILLAS PARA TODOS LOS GUSTOS

La aplicación de una mascarilla va de la mano con la exfoliación, así que hazlo una vez a la semana.
Pero antes de empezar, será necesario hacer un inventario de tus imperfecciones para elegir la mascarilla que mejor se adapte a tu piel.

Atención: la aplicación de estos tratamientos no reemplaza la consulta obligatoria con el dermatólogo, quien podrá prescribir un tratamiento y una rutina adaptados a tu acné y a tu tipo de piel.

A/  Piel grasa con poros dilatados y exceso de sebo, espinillas y granos.

Solución - ingredientes activos absorbentes como:

• Arcilla verde
• Kaolin (arcilla blanca)

B/  Piel bastante seca que se siente tensa a pesar de las espinillas e imperfecciones porque es sensible (enrojecimiento y molestia).

Solución - ingredientes activos hidratantes como:

• Caléndula
• Aloe vera
• Arcilla blanca o rosa (asegúrate de no dejarla actuar y secar por mucho tiempo. Lo ideal sería que usaras el spray de Agua Termal durante el secado).

5.  ¡NO TE TOQUES LOS GRANOS E IMPERFECCIONES!

¿Quién no ha tenido nunca la tentación de tocarse un grano?

Resulta muy tentador tocarse las imperfecciones, pero, tanto si son granos como espinillas, tienes que resistir.
¿Por qué resistirse? Porque cuando explotas un grano, corres el riesgo de causar una infección y/o, peor aún, una inflamación que puede dar lugar a marcas de acné y a que éste persista.

Para tratar tu acné y limpiar tu piel cuidadosamente, deberías visitar a tu dermatólogo, quien te prescribirá un tratamiento adaptado a tu piel, además de realizarte posibles exfoliaciones que eliminarán puntos negros y microquistes.

6. Y POR ÚLTIMO...TRATAMIENTOS DERMATOLÓGICOS

Las exfoliaciones refinan la textura de la piel eliminando los puntos negros, disminuyendo el tamaño de los poros dilatados, mejorando la textura de la piel y las manchas de pigmentación post-inflamatorias.
Los peelings consisten en la aplicación de un producto (líquido o pasta) que provocará la descamación gracias a su composición ácida (a base de ácido glicólico en la mayoría de los casos).

Se trata de una técnica de estética médica tras la cual la piel tratada (rostro, cuello o escote) se renovará después de la descamación. Pero ten cuidado, la exfoliación debe ser siempre realizada por un dermatólogo.
Es muy útil y complementa los tratamientos para el acné no inflamatorio (para eliminar espinillas y microquistes) y para ayudar a refinar la textura de la piel. Estas exfoliaciones se llaman "superficiales" porque suceden en la superficie de la piel (epidermis).

Los peelings llamados "medium peel" penetran en la dermis superficial o media, pero cada vez se utilizan menos. Requieren de unos días de descanso y también pueden inducir cicatrices. Por ello, estas exfoliaciones medias han sido reemplazadas, en gran parte, por procedimientos de láser (CO2 fraccionado) que son los más eficaces para reparar incluso las cicatrices de acné más pronunciadas.

El resultado: la piel está más sana y la tez está más radiante.

El acné es una enfermedad de la piel que requiere monitoreo y técnicas médicas apropiadas. El uso de exfoliaciones sólo puede ser recomendado por su dermatólogo.

Aprovecha siempre que puedas y acude a tu clínica estética a realizarte limpiezas y tratamientos que se adapten a tu piel para eliminar todas las imperfecciones e impurezas y conseguir que tu rutina diaria en casa tenga un efecto multiplicador y te veas radiante siempre ✨