¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE LA PIEL SECA Y LA DESHIDRATADA?
Piel seca o deshidratada, ¿es lo mismo para ti? Ya sea que falte agua o lípidos, la piel muestra sus necesidades enviando diferentes señales: pérdida de luminosidad, tirantez, descamación... Queda por ver si estas molestias son temporales o crónicas. Sequedad o deshidratación, ¡ya es hora de hacer un balance de las necesidades reales de tu piel!
Piel deshidratada, piel que carece de agua
¡El agua es vida! Una piel que carece de agua te lo hará saber: incómoda, áspera, con tirantez localizada o incluso escamas, no está en su mejor momento. Concretamente, es la capa superficial de la epidermis y su película hidrolipídica la que se altera y lucha por retener el agua presente de forma natural en la piel. Toda una serie de factores pueden favorecer la deshidratación, como el frío, la contaminación, el estrés, el tabaco, los rayos ultravioleta, la fatiga... Por eso todos los tipos de piel (grasa, mixta, seca) pueden experimentar deshidratación en algún momento de su vida. Afortunadamente, siempre es una condición temporal y reversible con el cuidado apropiado. ¿La solución? ¡Hidrata! Leche, bálsamo o crema, lo principal es aportar a la piel toda el agua que necesita para restaurar el brillo y el confort duraderos. Hidratante natural, el Agua Termal de Uriage, presente en todos los productos de cuidado de la piel de Uriage, satisface perfectamente las necesidades intensas de la piel deshidratada.
Piel seca, un tipo de piel sobre todo
A diferencia de la piel deshidratada, la piel seca o muy seca es una condición permanente ya que es un tipo de piel, como la piel grasa o la piel mixta. En este caso, la piel no sólo carece de agua, sino también de lípidos. También muestra signos de incomodidad, con sensaciones de tirantez y a veces de ardor. Cuanto más seca es la piel, más importantes son los síntomas, con la aparición a veces de costra o de piel agrietada, que a menudo proporcionan un entorno favorable para la aparición de eczema o dermatitis atópica en los niños.
A menudo, la sequedad de la piel, innata y constitucional, también puede ocurrir debido a factores externos, climáticos o ambientales. En todos los casos, si tiene la piel seca o muy seca, es esencial respetar su tipo de piel y aplicar diariamente los productos de cuidado adecuados. En este caso, la prioridad es restaurar el equilibrio de la película hidrolipídica de su epidermis proporcionándole suficiente agua y lípidos.
En Uriage, la línea XÉMOSE ha sido formulada específicamente para pieles muy secas y propensas a la atopia. Sus diversos productos emolientes para el cuidado de la piel, como la BÁLSAMO ÓLEO-CALMANTE, el ACEITE LIMPIADOR CALMATE o la CREMA RELIPIDIZANTE ANTI-IRRITACIONES proporcionan a la piel un confort extremo y duradero.
¿Hidratar o nutrir?
Como habrán comprendido, la piel seca y la piel deshidratada son dos problemas de piel significativamente diferentes. Si no puede identificar la causa de sus molestias en la piel, lo mejor que puede hacer es consultar a un dermatólogo que podrá hacer un diagnóstico preciso. Esto le permitirá adoptar una rutina de cuidado para la piel apropiada y satisfacer las necesidades de su piel en términos de agua y/o lípidos. En cualquier caso, recuerde beber lo suficiente durante el día (mínimo 1,5L de agua), limpie el rostro con un tratamiento suave y proteja su piel de las agresiones externas como los rayos UV.
¡Tu piel será flexible y suave!