Cuando sonrojarse está causado por la rosácea
Esta mañana estuve desayunando con una amiga a la que no veía desde hace tiempo. Desde hace años en realidad. Cuando la vi me sorprendió el aspecto de su cara. No es que hubiese envejecido más de lo que lo he hecho yo misma, no es eso. Pero su piel antes era normal, tirando a bonita y ahora la veía más blanca, pero sonrojada en algunas zonas y con venillas.
No quise preguntar directamente, pero fue ella misma la que me lo comentó con toda naturalidad.
- Tengo rosácea
Y me explicó en qué consistía esa enfermedad y también en que en realidad tratando los síntomas una podía hacer una vida completamente normal. Lo que más le había costado era asumir el aspecto que presentaba a veces su piel, pero que incluso eso se podía controlar. Ella decía que lo más importante no sentirse emocionalmente afectada. Que a partir de allí una puede vencer la rosácea.
¿Qué es la rosácea?
La rosácea es una enfermedad cutánea, crónica, que provoca un enrojecimiento de la piel de la cara. La padecen sobre todo mujeres de piel blanca entre 30 y 60 años, dándose con más frecuencia a partir de la menopausia.
La rosácea tiene muchos síntomas:
- Una cara sonrojada, sobre todo en las zonas de la nariz, mejillas, frente y barbilla.
- Ardor y leve hinchazón en la cara
- Con frecuencia se forman líneas rojas en la piel
- A veces se producen también granos en las zonas sonrojadas que con el tiempo se pueden volver dolorosos.
- Ojos y párpados inflamados
- Algunas personas, sobre todo los hombres, pueden desarrollar una nariz roja, hinchada y con bultos.
- Endurecimiento de la piel en las zonas que habitualmente se sonrojas: mejillas, barbilla, frente,
Las causas exactas de la aparición de la rosácea no están claras. Pero hay indicios de que algunos factores pueden influir, como por ejemplo:
- Calor (incluyendo los baños de agua caliente)
- Ejercicio intenso
- Luz solar
- Viento
- Temperaturas muy frías
- Comidas y bebidas calientes o picantes
- Alcohol
- Menopausia
- Estrés (tensión)
- Uso de esteroides en la cara por mucho tiempo.
Actualmente no existe una cura, pero sí hay tratamientos. La rosácea siempre la tiene que diagnosticar y tratar un dermatólogo.
Es el dermatólogo quien puede asesorar adecuadamente a cada paciente y ayudar a que la piel recobre su equilibrio.
En Laboratorios Dermatológicos Uriage hemos desarrollado una gama específica para tratar los síntomas de la rosácea que alivian la rojez, calman y protege la piel. Hay cuidados para diferentes tipos de necesidades. La Gama Roséliane es apta para las pieles sensibles e incluye el Agua Termal de Uriage como uno de sus componentes fundamentales, aprovechando así sus propiedades.