Un acercamiento global al tratamiento contra el acné

¿QUÉ ES EL ACNÉ?

Es una enfermedad inflamatoria crónica del folículo pilosebáceo.
En la raíz de cada pelo, hay una glándula sebácea que segrega sebo, la cual se necesita en la superficie de la piel, y que luego es hidratada por una película hidrolipídica formada por el sebo, por el agua de las glándulas sudoríparas y el sudor. En el acné, la glándula sebácea se bloquea por la aparición de puntos negros y por el sebo que, o bien es demasiado espeso o que se segrega en demasiada cantidad en las personas con piel propensa al acné.
Además de la alteración en la función del folículo piloso, existen también bacterias (C. acnes) que inducen a la inflamación de la glándula sebácea y de la superficie de la piel (granos).
El acné, comienza por lo general en la pubertad, principalmente bajo la influencia de las hormonas sexuales. Afecta especialmente a los adolescentes y, en menor medida, a los adultos. Esta patología, afecta principalmente a la cara aunque, a veces, también a la espalda y, más raramente, a la nuca o al torso.
En Francia, el acné afecta alrededor de 6 millones de personas. De todos ellos, un 60% son adolescentes, de los cuales, además, un 15-20% son casos severos. Los adultos también se ven afectados, siendo la mayoría mujeres (25% de las mujeres son afectadas )
En los adolescentes, generalmente suele durar una media de 3 a 4 años y luego, desaparece espontáneamente entre los 18 y los 20 años . En los adultos, suele ser el resultado de un acné mal tratado en la adolescencia o que simplemente aparece más tarde: en este caso, la causa es identificada por un profesional de la salud y se prescribe el tratamiento adecuado para el paciente en cuestión.
La sobre-producción constante de sebo (piel grasa), es generalmente la primera manifestación de la piel grasa con tendencia acnéica. Los poros están dilatados, la piel se siente grasa y con brillos. El fenómeno ocurre principalmente en las áreas donde hay mayor número de glándulas sebáceas: por todo el rostro (especialmente en la zona ‘T’ conocida como frente, nariz y barbilla, el torso, hombros y la parte superior de la espalda)

Esta secreción, acompañada del engrosamiento de la capa superficial de los poros (aparición de espinillas y puntos blancos), provocará la retención de sebo en la glándula sebácea y dará lugar a la proliferación de bacterias que se desarrollarán en los folículos sebáceos y causarán la inflamación.

LAS CAUSAS

El acné, viene dado por causas complejas como el aumento de la secreción sebácea (la piel grasa es una de las más propensas al acné y a las imperfecciones), la aparición de espinillas debido al aumento de la queratinización, la inflamación inducida por la bacteria C.acnes y la aparición de granos inflamados.
Además del origen hormonal, su aparición tardía está vinculada a factores identificables, como:
- Prescripción de medicamentos / píldoras inadecuadas / tratamientos hormonales y/o tratamientos de cortisona
- Profesiones en contacto con el cloro o el alquitrán
- El uso excesivo de cosméticos o el uso de cosméticos de mala calidad (productos demasiado grasos que causan un riesgo de obstrucción de los poros)
- Uso excesivo de limpiadores a base de jabón (efecto rebote de seborrea) 
- La exposición al sol, un aliado de dos caras que actúa en dos etapas: secará la piel en el momento. Sin embargo, la mejora será de corta duración ya que es muy común ver un rebrote en septiembre.

TIPOS DE IMPERFECCIONES DE LA PIEL CON TENDENCIA ACNÉICA

- Puntos negros o comedones abiertos

El color de las espinillas se explica por la oxidación del sebo en la superficie de la piel. También se llaman comedones abiertos; se reconocen por la forma de sus filamentos cuando se aprietan (lo cual no es recomendable ya que puede conducir a una infección). Un comedón abierto sin tratar puede convertirse en una pápula o pústula. 

- Microquistes o comedones cerrados (puntos blancos)

El microquiste, un comedón cerrado o espinilla, es un folículo pilosebáceo cuyo orificio está cubierto con células de la epidermis que lo bloquean. La secreción continua de sebo y queratina, provoca entonces una pequeña prominencia blanquecina, de ahí su nombre de espinilla (no confundir con la pústula, que es purulenta).
 

- Pápulas

Las pápulas son bultos inflamados de color rojo generalmente que pueden ser dolorosos. Pueden aparecer directamente en esta etapa o desarrollarse a partir de un comedón abierto o cerrado. En esta etapa, la infección del folículo se encuentra en la superficie de la piel pero puede llevar rápidamente a una infección más profunda llamada pústula.

- Pústulas

Las pústulas son la siguiente etapa de las pápulas. Suelen estar inflamadas y contienen un líquido purulento de color amarillo comúnmente llamado "pus". Este líquido puede drenar desde la superficie o conducir al desarrollo de nódulos al extenderse a las capas más profundas de la piel.

- Quistes/nódulos

Los quistes son espinillas rodeadas por una cáscara que ya no permite la evacuación natural de la glándula sebácea hacia la superficie de la piel.
Este tipo de lesión representa el acné nodulocístico, presente principalmente en la espalda, aunque también puede afectar a la cara.
El nódulo corresponde a una acumulación de pus en la profundidad de la piel, que a la larga puede crear cicatrices permanentes. 

 LOS DIFERENTES TIPOS DE ACNÉ

El acné suele denominarse "polimórfico" porque combina diferentes tipos de lesiones que dependen de la infección o inflamación del folículo sebáceo y de la cantidad de retención de sebo.
Acné de retención: piel grasa y con brillos, poros dilatados, presencia de espinillas (comedones abiertos) y espinillas blancas bajo la piel (microquistes o comedones cerrados).
Acné inflamatorio: desequilibrio de la flora microbiana que provoca la inflamación de los puntos negros. Cuando la inflamación alcanza la superficie de la piel, aparecen pápulas (granos rojos inflamados?) y pústulas (granos purulentos).
La inflamación puede ser más profunda y crear quistes o nódulos, que suelen ser más dolorosos. Cabe señalar que cuanto más grave y profunda es la inflamación, mayor es el riesgo de que queden cicatrices permanentes.
Las formas raras más graves de esta enfermedad crónica son el acné conglobata y el acné fulminante.

¿POR QUÉ UNA CONSULTA?

El acné es una dolencia y, como la mayoría de las enfermedades, existen tratamientos adecuados. Es importante consultar a su médico o dermatólogo por varias razones:

- Mejorar su bienestar

Independientemente de la gravedad del acné y de si eres adolescente o mujer adulta, el acné puede ser difícil y estresante de tratar diariamente. Es una condición visible que puede impactar en tu autoconfianza a través del miedo a la mirada de otras personas. Ciertos tipos de acné, también pueden ser dolorosos y perjudiciales para el bienestar.

- Evite las cicatrices

Las cicatrices son la complicación más temida del acné. Inicialmente, pueden ser rojas o pigmentadas, estas son las etapas reversibles. Pero el acné a veces puede dejar cicatrices permanentes, especialmente cuando la inflamación es severa, profunda, persistente o cuando los granos se han tocado. Estas cicatrices del acné pueden tomar la apariencia de un hueco (cicatriz atrófica).
Tratar el acné demasiado tarde o con un cuidado inadecuado de la piel, puede a veces dejar cicatrices permanentes tanto en la cara como en la espalda. Por eso, se recomienda encarecidamente consultar a un profesional y seguir el tratamiento prescrito para evitar su aparición.

¿CUÁLES SON LAS SOLUCIONES?

Los tratamientos dermatológicos más comunes para el acné son:

1. Derivados de la vitamina A (aplicación local o general – prohibido durante el embarazo y lactancia). Sólo se prescriben junto con las píldoras anticonceptivas ya que pueden causar deformidades si la paciente se queda embarazada durante el tratamiento. Este tratamiento, deja expuesta la capa de la piel muy fina y, por lo tanto, se es mucho más sensible al sol.

Es obligatorio evitar los tratamientos con vitamina A durante el verano. Usa la máxima protección solar todo el tiempo.

2. AHAs (alfahidroxiácidos) como el glicólico o el ácido málico (o sus derivados) que exfoliant progresivamente las capas superficiales de la piel y eliminan puntos negros. Son usados en distintas concentraciones (desde 0,5 a 2-3% en productos cosméticos y hasta 70% en exfoliaciones dermatológicas realizadas por el médico)

3.  Antibióticos generales prescritos para el acné antiinflamatorio (como doxiciclina, la cual hay que evitar en verano)

4. Antiandrógenos para revertir el efecto de la testosterona. Este es el caso de algunas píldoras anticonceptivas. 

5. El Zinc también puede ser recomendado, de forma tópica o como coadyuvante.

Source: Nast A, Dreno B, Bettoli Z, et al. European evidence-based guideline for the treatment of acne. JEADV 2016;30:1261–1268