Todo lo que debes saber sobre pieles intolerantes
La piel intolerante se produce en primer lugar por una alteración en el manto hidrolipídico, primer escudo protector de la piel. Este “escudo” se compone de la flora o microbiota cutánea la piel y una capa de agua y grasa. La microbiota cutánea o flora saprófita es el conjunto de microorganismos beneficiosos para la piel. Si este se altera da lugar a la proliferación de patógenos que provocan diferentes infecciones en la piel. La piel intolerante no presenta un escudo compacto, sino una barrera cutánea deficiente y permeable, que permite que agentes externos la irriten con facilidad. Cuando este escudo protector está alterado, se produce la evaporación del agua de la piel, lo que contribuye a que se deshidrate y seque con facilidad, produciendo diferentes molestias.
Según los especialistas, existen diversos grados o tipos de intolerancia, aunque en general, la intolerancia en la piel puede ser:
- Adquirida. A lo largo de los años, pieles normales se van volviendo cada vez más frágiles debido a factores exógenos como el afeitado, las condiciones climatológicas o tratamientos cosméticos y quirúrgicos como el láser o el peeling.
- Patológica. Se desconoce si una piel intolerante evoluciona con el tiempo a dermatitis alérgica, dermatitis atópica u otras dermatitis. La predisposición genética hace que la piel sea especialmente sensible a los alérgenos medioambientales, que normalmente son bien tolerados por el resto de la población.
Los síntomas son principalmente subjetivos, se sienten pero no se ven. Pero el signo fundamental que se aprecia externamente es un ligero enrojecimiento transitorio. En la mayoría de los casos también suele hablarse de picor, escozor o tirantez como otras molestias típicas en este tipo de piel. Una piel intolerante pasa a ser una enfermedad cuando estas sensaciones no solo se sienten sino que además se ven, y aparece enrojecimiento, inflamación o descamación.
Para convivir con este tipo de piel es importante que prestes especial atención a los ingredientes de los productos cosméticos que utilizas. Recomendamos ocupar los productos de la nueva línea Toléderm Control, con fórmulas minimalistas, sin perfume, sin alcohol, y compuestos en un 97% de ingredientes naturales. Si tienes la piel intolerante (normal a mixta) recomendamos utilizar la Crema Ligera; en caso de tener una piel normal a seca, recomendamos ocupar la Crema Rica.