¿Sabés qué es un serum?
Primero de todo: no debes confundirlo con una crema. El serum es un producto con una textura mucho más ligera que una crema, es más fluida, te recordará al aspecto de un gel, por lo tanto su absorción es super rapida. Y lo más importante: posee una gran concentración de principios activos.
A diferencia de las cremas, puedes aplicar en tu piel múltiples serums, esto permite personalizar mucho el tratamiento de cada persona. Su textura le permite incorporarse en las capas más internas de la piel por lo complementa y potencia la acción de la crema.
¿Qué tipos de serum existen? ¿Cómo los elijo? Existen múltiples, y debes elegir el que se adecue a tus necesidades. ¿Debes preguntarte qué estás buscando? ¿Combatir los signos de edad, aportar luminosidad, hidratación, nutrir… o una combinación de todo? Primero debes establecer tu objetivo y luego elegir el serum que te ayude a llegar al mismo.
Otra diferencia con la crema, es que debes aplicar poca cantidad. Una o dos gotas bastarán para cubrir tu rostro. Es por eso que los serums duran mucho más que una crema. Esto ocurre porque tienen una concentración y tipos de activos mucho más elevada que las cremas.
Recomendamos primero aplicar el serúm para luego dejar la piel preparada para la utilización de la crema, esto hará que su efectividad sea aún mayor.
¿Cuáles son los resultados? Una piel más tersa, luminosa, brillante, nutrida y sana.