Labios agrietados por causa del frío: cómo ayudarlos
En los labios tenemos una mínima cantidad de glándulas sebáceas, que proporcionan parte de los lípidos que protegen la piel, entre otras cosas, de la deshidratación. Por este motivo es tan frecuente la resequedad labial.
Al igual que ocurre con la sequedad nasal, son varios los factores que pueden causar que los labios se resequen:
- El frío y el calor intensos, en una piel desprotegida como la de los labios, causan una rápida pérdida de agua.
- El aire acondicionado y la calefacción resecan el ambiente y, con él, también la fina y delicada piel de los labios.
- El tabaco. El contacto del cigarrillo con la piel del labio produce sequedad e irritación.
- El uso de productos cosméticos no adecuados, o que no estén formulados específicamente para la zona labial, pueden producir sequedad e irritación.
- Llevar una alimentación desequilibrada puede producir una carencia de vitaminas A, B y C y otros micronutrientes que favorecen la deshidratación de los labios.
Para evitar que los labios lleguen a resecarse debes ser constante en tus rutinas de hidratación. Internamente, con la ingesta de al menos un litro y medio de agua al día. Externamente, lleva siempre contigo un hidratante de labios: si prefieres una opción en bálsamo opta por Bariéderm Cica Labios que actúa como barrera en la superficie aislando la piel y previniendo las agresiones futuras; si buscas una opción en stick utiliza Xémose Stick Labios que nutre y protege tus labios con manteca de karité, ácido hialurónico, vitamina C y E. Utilízalos a diario y notarás cómo la hidratación de tus labios mejora gradualmente.