Cómo hacer tu rutina de limpieza facial correctamente
Limpiar diariamente tu rostro es importante para eliminar la suciedad y las bacterias de tu piel, así como el sudor y el exceso de grasa. A su vez, exfoliar la superficie de tu cutis facilita la circulación, ayudando a prevenir la aparición de huellas del tiempo.
Una limpieza facial adecuada se inicia con las manos limpias para evitar la transferencia de bacterias a tu cara. Aplica tu crema limpiadora en la frente, la cara, los labios y el cuello, masajeando la piel con movimientos circulares suaves.
Para que durante todo este proceso tu cutis esté protegido, es necesario que identifiques qué tipo de piel tienes para que puedas elegir conscientemente los productos que le aplicarás. Consulta con tu dermatólogo/a de confianza qué línea es la adecuada para ti: Hyséac (pieles grasas), Roséliane (pieles sensibles), Xémose (pieles muy secas), EAU Thermale (pieles normales a secas).